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El Día de Acción de Gracias (pág. 2)
Primera celebración del Día de Acción de Gracias en 1621
Para celebrar su buena suerte, el gobernador de la colonia, William Bradford, declaró tres días feriados para dar gracias por la primera cosecha en 1621.
Desembarcando esclavos en el Nuevo Mundo.
Para el 1629, no había más de 300 puritanos en comunidades dispersas y aisladas de la llamada Nueva Inglaterra, pero su éxito alentó una invasión. Durante los próximos 10 años, llegaron cientos de barcos repletos de colonos y otros con esclavos.
Los puritanos construyeron pueblos en Massachusetts, al norte de Plymouth, en lo que hoy día son Boston y Salem. A medida que llegaban, expandían su dominio, se fortalecían y se armaban.
Los puritanos eran el producto del feudalismo y del capitalismo naciente que desarrollaba en Europa, especialmente en Inglaterra. Aunque entre los puritanos había gente común, entre sus líderes habían señores de propiedad, terratenientes, inversionistas y traficantes de esclavos.
Recordemos también que a nivel mundial, las clases comerciantes de Europa participaban en el lucrativo negocio de la esclavitud, por la cual millones de gente negra eran capturados en África y forzadamente traídos al Nuevo Mundo a trabajar las tierras de Norteamérica, Centro, Suramérica y El Caribe.
Venta de esclavos en el 1643. El cuadro lee: “Su más selecta mercancía fue vendida en la subasta”.
Apenas al llegar, los puritanos empezaron a cuestionar: "¿Quién es dueño de esta tierra"? Su tradición era de comercio y de la defensa de la propiedad privada, mientras que los indígenas vivían comunalmente y se consideraban parte de la naturaleza y no dueños de ésta.
Cuando algunos puritanos protestaron que la tierra le pertenecía a los indígenas, las autoridades religiosas gobernantes los excomulgaron de la iglesia y los expulsaron de las colonias.
De hecho, el gobernador Winthrop de Massachusetts declaró que los indígenas no eran los “dueños” de la tierra y que por lo tanto todas las tierras no cultivadas deberían ser del “dominio público”, según el derecho tácito de Inglaterra; o sea, que le pertenecían al rey de Inglaterra. En resumen, los colonos decidieron que tenían el derecho bajo las leyes de Inglaterra de apropiarse de las tierras indígenas.
Campaña militar para expulsar a los indígenas
En las próximas décadas, a través de su poder militar y campañas de violencia, los colonialistas europeos se apoderaron de las tierras y pusieron a los indígenas a trabajar como esclavos en ellas. Para el 1637 ya había unos 2,000 colonos ingleses y decidieron seguir avanzando hacia el interior del continente a aniquilar a los indígenas.
En el valle de Connecticut, la nación pequot no había entrado en una alianza con los ingleses, como lo habían hecho las tribus narragansett, wampanoag y massachusetts.
Al principio, los pequot estaban lejos de los centros de colonización, pero en el 1633 los ingleses se robaron las tierras donde hoy está la ciudad de Hartford (tierras que estaban bajo el control de los pequot). Ese mismo año, los pequot mataron a dos ingleses que fueron a capturar esclavos. Los colonos fueron a buscar a los responsables, pero los pequot no se los entregaron.
Los sacerdotes puritanos citaron la Epístola a los Romanos 13:2: "De modo que, quien se opone a la autoridad, se rebela contra el orden divino, y los rebeldes se atraerán sobre sí mismos la condenación". Los gobiernos coloniales reunieron una fuerza armada de 240 hombres bajo el mando de John Mason. A ellos se unieron mil guerreros narragansett.
El historiador Francis Jennings escribe: "Mason propuso evitar un ataque a los guerreros pequot, que podría agobiar a sus tropas inexpertas y de poca confianza. La batalla, en sí, no era su propósito. La batalla es una de dos formas de destruir la capacidad de luchar de un enemigo. La masacre puede cumplir el mismo fin con menos riesgo, y Mason había resuelto que la masacre sería su objetivo".
El dibujo describe cómo un ejercito colonial rodeó una aldea pequot masacrando a 600 en Mystic, Connecticut, 1637.
El ejército colonial rodeó una aldea fortificada de los pequot en el río Mystic. Al amanecer, cuando todos dormían, le prendió fuego.
William Bradford, gobernador de Plymouth, escribió: "A los que escaparon del fuego, los pasaron a cuchillo, algunos descuartizados, otros atravesados con sus estoques, de manera que los despacharon rápidamente, y muy pocos escaparon... Era un espectáculo espantoso verlos arder en el fuego, el hedor y la peste eran horribles, pero la victoria parecía un dulce sacrificio, y le rezaron a Dios, que los había ayudado tan maravillosamente". Se concibe que así mataron a 600, en esa ocasión.
El propio Mason escribió: "Se podría preguntar: ¿No deberían tener más clemencia y compasión los cristianos? Pero a veces las Escrituras declaran que las mujeres y los niños deben perecer con sus padres. Teníamos suficiente luz de la palabra de Dios para guiar nuestras acciones".
Lo que llaman la Guerra Pequot de 1637 también fue una expedición y matanza para capturar esclavos. Los puritanos se llevaron más de 180 presos y, como resultado, hombres, mujeres y niños fueron vendidos en esclavitud. Sólo sobrevivieron unos 500 pequots. (En el 1975, el número oficial de pequots que vivía en Connecticut era 21.)
El resto de los presos se los vendieron a las colonias agrícolas inglesas de Las Antillas, donde los mataron de trabajo en una nueva forma de esclavitud, al servicio del emergente mercado mundial capitalista.
Robo de tierras indígenas y la esclavitud moderna:
Base del desarrollo económico capitalista en los EE.UU.
Señores españoles comprando esclavos en Cuba.
Con estas experiencias, los mercaderes de Boston hicieron un descubrimiento muy importante: Las ganancias de la venta de seres humanos pagaban los gastos de capturarlos.
Un relato dice que capturar indígenas para venderlos como esclavos se convirtió en una "obsesión de los especuladores". Estos primeros mercaderes capitalistas de Massachusetts empezaron a hacer que el genocidio dejara ganancias. El tráfico de esclavos de indígenas y africanos, en poco tiempo, fue un pilar fundamental del capitalismo mercantil de Nueva Inglaterra.
En todos los estados en lo que hoy en día es los EE.UU. se participó en la esclavitud. De hecho, en el 1861, los estados del sur constituyeron la Confederación de Estados de América, bajo el presidente Jefferson Davis, cuya economía completa estaba fundada en la esclavitud de africanos.
Día de Acción de Gracias en la colonia de Manhattan
En el 1641, el gobernador de la colonia holandesa de Manhattan, de apellido Kieft, ofreció la primera "recompensa por un cuero cabelludo": Su gobierno pagaría dinero por matar indígenas.
Aquí, bajo la bandera americana colonial, terratenientes, comerciantes y especuladores participan en la compra y venta de esclavos.
Un par de años después, Kieft ordenó la masacre de los wappinger, una tribu amiga, matando a 80 y pateando las cabezas como pelotas por las calles de Manhattan. A uno lo castraron, lo despellejaron vivo y lo hicieron comer su propia carne entre las risas del gobernador.
Después Kieft contrató a un conocido mercenario de nombre Underhill, que había participado en la guerra contra los pequots, para cometer una masacre similar cerca de Stamford, Connecticut. Los soldados de Underhill le prendieron candela al pueblo y pasaron a cuchillo a 500 indígenas. Como consecuencia, se declaró un Día de Acción de Gracias en las iglesias de Manhattan.
La conquista de "Nueva Inglaterra"
Para la década del 1670 ya había entre 30,000 a 40,000 europeos en las Colonias Unidas de Nueva Inglaterra; de 6,000 a 8,000 podían portar armas. Como ya habían destruido a los pequot, los colonos de Massachusetts y Plymouth siguieron con los wampanoag, la tribu/nación que los salvó en el 1620, y que probablemente asistió al primer Día de Acción de Gracias.
En el 1675 unos wampanoag mataron a un miembro de su tribu, convertido al cristianismo, que estaba espiando para los puritanos. Las autoridades de Plymouth arrestaron y ejecutaron a tres wampanoag sin consultar al jefe tribal llamado Rey Philip.
Los wampanoag aplicaron ciertas lecciones militares que habían aprendido: Libraron una guerra de guerrillas contra poblados aislados y dieron de baja a muchos soldados puritanos. Los colonos atacaron y masacraron a las principales poblaciones indígenas.
Los indígenas mataron a 600 europeos (casi una décima parte de los hombres adultos de las colonias de Nueva Inglaterra) y arrasaron 13 poblados. Pero los colonos ganaron.
En el 1620, los wampanoag ayudaron a los puritanos. Aquí su jefe Massasoit les hace un regalo de comida.
Para celebrar la victoria, los colonos lanzaron una guerra total de genocidio contra los indígenas que quedaban. El gobierno de Massachusetts ofreció incentivos monetarios por cada cuero cabelludo indígena y cada preso que se pudiera vender como esclavo.
Le permitió a los soldados capturar mujeres y menores para venderlos como esclavos. A los indígenas que se habían convertido al cristianismo y que lucharon a su lado, los acusaron de disparar a la copa de los árboles durante las batallas con los "hostiles" y los mataron o vendieron.
A otros indígenas "pacíficos" de Dartmouth y Dover los invitaron a negociar o a buscar refugio en las factorías de ahí, de donde los llevaron a los barcos de esclavos.
No se sabe cuántos indígenas se vendieron como esclavos, pero en esa campaña salieron 500 esclavos del puerto de Plymouth. De los 12,000 indígenas de las tribus vecinas, probablemente la mitad murió en combates, masacres y de hambre. Después de la guerra con los wampanoag, prácticamente no quedaron indígenas libres en las colonias inglesas del norte. Un colono escribió lo siguiente sobre la colonia de Manhattan: "Ahora apenas quedan unos pocos indios en la isla, y esos pocos no son dañinos. Es de admirarse cómo, curiosamente, han desaparecido por obra de Dios desde que los ingleses llegaron a estas tierras".
Al Rey Philip de los wampanoag, los colonialistas lo decapitaron y colgaron su cabeza en un poste en Plymouth: 24 años después ahí seguía su cráneo.
En Massachusetts, los colonos declararon un "Día Público de Acción de Gracias" en el 1676, pues "ya casi no queda un nombre ni una familia de ellos (los indígenas) y todos han sido muertos o capturados o han huido".
Como podemos ver, los colonos cristianos proclamaron más días de Acción de Gracias para celebrar masacres que para celebrar una buena cosecha o en señal de amistad.
Cincuenta y cinco años después del primer Día de Acción de Gracias, los puritanos habían destruido a los generosos wampanoag y todas las otras tribus vecinas. Al Rey Philip de los wampanoag lo decapitaron y colgaron su cabeza en un poste en Plymouth: 24 años después ahí seguía su cráneo.
Amplia resistencia a la colonización
A pesar de la destrucción de la vida indígena y de la esclavitud impuesta a los sobrevivientes, los colonos no tuvieron paz. La resistencia de los indígenas continuó de mil maneras. Sus opresores vivirían con el terror de una revuelta y tratarían de aplastar la resistencia.
Los esclavos indígenas no trabajaban bien y se escapaban. Para evitar que escaparan, el gobierno de Massachusetts los marcaba con un hierro y les tatuaba la frente y las mejillas.
En 1695, una ley de Massachusetts autorizó a matar indígenas: "Cualquier persona, sea inglés o indio, que encuentre indios viajando o escondiéndose en cualquier pueblo o camino (dentro de límistes especificados) puede ordenarles que se acerquen y examinarlos o matarlos como pueda".
Los colonos del norte tuvieron que sacar ley tras ley para controlar la situación. Una ley de Albany les prohibía a los esclavos africanos e indígenas conducir una carreta por la ciudad; les prohibían salir de noche; les prohibieron reunirse. En Block Island, les daban 10 latigazos si los encontraban en la calle después de las 9 de la noche.
El matrimonio con europeos estaba prohibido
En 1692 el gobierno de Massachusetts prohibió los matrimonios entre blancos y africanos, indígenas o mulatos, y en el 1706 trató de parar la importación de esclavos indígenas de otras colonias porque temía una revuelta de esclavos.
Anuncio: 10 esclavos para la venta.
Un hecho poco conocido: a Squanto, el "héroe" de los relatos tradicionales del primer Día de Acción de Gracias, lo ejecutaron los indígenas por su traición.
El gobierno de los Estados Unidos organizó celebraciones conmemorando ese primer Día de Acción de Gracias porque le convenía, servía a su interés de engañar su población futura.
La primera celebración nacional la ordenó George Washington, el primer presidente de los EE.UU. y dueño de esclavos. Luego, Abraham Lincoln decretó que sería un día feriado durante la Guerra de Secesión (cuando también mandó al ejército a atacar a los Sioux de Minnesota).
Masacre de los Lacota Sioux en Minnesota.
Washington y Lincoln fueron dos presidentes dedicados a forjar un estado nacional unido, basado en la propiedad privada y el “libre comercio” del capitalismo, y el mito del Día de Acción de Gracias cuadraba con esos planes. Celebraban la "abundancia de la vida americana" y ocultaban la naturaleza brutal de la sociedad criminal que la fundó.
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